Cala Llonga - Escuela de Turismo de Ibiza

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Cala Llonga

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Cala Llonga es una pequeña población turística, situada a medio camino  entre Ibiza y Santa Eulalia, con una de las calas más bonitas de la  isla, con una gran playa de arena fina, encajonada entre colinas  cubiertas por una extensa pinada.
El  acantilado de la derecha será el que concentre nuestro interés. La zona  se conoce como El Castellar y su apéndice final es el Cap des Llibrell, a  cuyo lado hay un pequeño islote, con el nombre de Escull des Cap des  Llibrell. El mayor interés se concentra en el punto más elevado (Puig de  Ses Torretes)), donde existen ruinas de un antiguo asentamiento púnico  (en algunos sitios se cita como fenicio, aunque hay algunos restos en la  zona posiblemente de la Edad de Bronce), desde cuyos alrededores se  disfruta de impresionantes vistas hacia el norte, incluyendo el islote  de Tagomago y la costa de Sant Eulalia, y hacia el sur (con el Puig de  Sa Talaia tapando Ibiza, Es Cavallet y Formentera, como puntos a  destacar).


La aproximación se realiza por  la carretera de Ibiza a Santa Eularia, entrando a Cala Llonga por calle  bien señalizada, y continuando hasta la playa. La ruta se inicia al pie  del Puig des Castellar, saliendo en dirección a Sòl d'en Serrà, por la  calle Aconcagua, hasta llegar al aparcamiento de esta Cala.
Sòl  d'en Serrà es otra preciosa zona, con excelentes vistas (una de las  recomendaciones tradicionales es ver la salida de la luna llena desde  las terrazas de la zona). Desde aquí se coge un sendero bastante  erosionado, que sube en fuerte pendiente hasta el Puig des Castellar.  Pasada esta cima, tras un corto descenso, se vuelve a subir para llegar  al Puig de ses Torretes, donde se encuentran las ruinas de una antigua  construcción púnica de los siglos II-I a.C, con posible función de  vigilancia, aunque en otros sitios se define como un santuario  púnico-romano; como hemos dicho antes, parece que en el asentamiento se  han encontrado también restos de la Edad de Bronce. Desde el Puig se  aprecia una excelente vista panorámica sobre la costa, con los islotes  costeros y la cala de Sol d'en Serrà. Desandando el camino un corto  trecho se comienza el descenso hacia una pista no asfaltada que rodea la  costa y nos lleva de nuevo a Cala Llonga por la cara norte del  acantilado, con excelentes vistas de nuevo hacia Cala Llonga y la playa.
Ruta  muy recomendable, corta y no muy exigente a pesar de las pendientes,  con preciosas vistas. El santuario está muy poco cuidado (si es que lo  está algo, porque parece totalmente abandonado) y nada protegido.
La  protección contra el sol es escasa, y es aconsejable que lleve agua. Un  buen calzado, no deslizante es un componente muy importante de nuestro  equipo para esta ruta.


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